domingo, 6 de mayo de 2007

La primera vez

El inicio en las relaciones sexuales suele ser en la mayoría de los casos un desastre, ya que no se cumplen las expectativas. Los mitos pesan como una losa sobre los adolescentes

SIEMPRE estará en nuestra memoria. Y aunque en un principio se pueda poner una cara rara al recordarla, inevitablemente después saldrá una pícara sonrisa. Para todo hay una primera vez. Pero esta es aún más especial cuando se trata de la primera relación sexual, en la que casi nunca las cosas son como se esperaban. La sabiduría popular es acertada y en estos casos hay que recordar el refrán 'A la tercera va la vencida'. Aunque no hay que ser negativos e incluso puede ser al segundo intento.

La primera vez suele ser un desastre. La mente está ocupada en otros aspectos. No se está centrado en el acto en sí. «Los hombres están preocupados porque funcione su aparato reproductor y dar la talla, mientras que las mujeres están muy nerviosas por el miedo al dolor o al sangrado», destaca la periodista Esther Porta, autora del libro 'La primera vez' (Editorial Aguilar). Después de tanta preparación, las expectativas no se cumplen y «nos quedamos deshinchados y con mal sabor de boca, sobre todo las mujeres», recalca la escritora, que, sin embargo, puntualiza que sí hay primeras veces perfectas, «pero muy pocas».

En esta desilusión gran parte de culpa la tienen el cine y la televisión. En la pantalla, las primeras veces se muestran como una situación idílica y romántica, lo que en la vida real no se reproduce ni por asomo. Y las mujeres suelen ser las que terminan más defraudadas tras el acto. «Poco más que tenemos la idea de que vamos a tocar el cielo», recuerda Porta. Hay que tener en cuenta, según explican los psicólogos, que la primera experiencia marca, porque es «un momento muy importante para todo el mundo aunque no se cumplan las expectativas», enfatiza la sexóloga Esther del Moral.

En primer lugar suele fallar el sitio elegido para la gran cita. «Es muy difícil que el lugar sea tranquilo, porque suele ser en la casa de los padres mientras no están, o incluso en un coche. Así, aparece el miedo a que te pillen, a no poder desnudarse completamente, que deba hacerse con prisas...», detalla la sexóloga. Para evitar más problemas de la cuenta, la experta aconseja planificar la velada con tiempo para no dejar cabos sueltos y así intentar disfrutarla al máximo.

Concentración

Los nervios hacen que el placer sea lo último en lo que pensar. Además, los miedos y situaciones inesperadas tienen mucho que decir en la primera experiencia. «De repente no hay manera de ponerse el preservativo, porque se baja. Y las chicas no están nada relajadas por miedo al dolor, lo que las hace más propensas a ello al contraerse los músculos de la vagina, convirtiéndose todo en un círculo vicioso», especifica Porta.

Sin olvidar los preliminares. La vergüenza a que el otro te vea desnudo y excitado, además de cómo te comportes en esa situación pese a que hay confianza, frenan a muchos a la hora de lanzarse a un mundo desconocido hasta el momento, destaca Esther del Moral.

Precisamente, ese desconocimiento hace que se creen expectativas que nada tienen que ver con el acto. La sexualidad de la mujer es más compleja que la del hombre y si no cuenta con un compañero más experimentado, es difícil que alcance el orgasmo al primer intento, lo que parece muy sencillo en las series de televisión. «Las expectativas de los chicos son más reales, debido a que alcanzan más rápido el placer», recuerda la periodista. Y la primera vez no se debe fingir. Ni nunca, enfatiza Esther del Moral. «Hay que plantearse que no pasa nada si la mujer no llega al orgasmo. Lo mejor es hablarlo con la pareja y lograr que haya una buena comunicación en las relaciones sexuales para que sean lo más placenteras posibles», recalca la sexóloga.

A través de múltiples entrevistas que se recogen en 'La primera vez', la escritora y periodista ha concluido que los hombres discriminan menos a la hora de perder su virginidad, mientras que en las jóvenes aún pesa mucho la educación y el qué dirán, por lo que muchas esperan perder su preciado tesoro con su príncipe azul. Por su parte, Del Moral especifica que esta mentalidad poco a poco está cambiando, «ya que hoy en día no se da tanta importancia a la virginidad».

Las chicas esperan más

«En general, los hombres se agobian de que pasen los años y no lo hayan hecho, mientras que las mujeres no tienen tanta prisa», revela Esther Porta, quien de hecho ha subtitulado su libro como 'Los chicos cuando pueden, las chicas cuando quieren'.

Y en las chicas aún siguen pesando mucho los grandes mitos en torno al sexo. El miedo al dolor, al sangrado o a que se les note que no son vírgenes las echa para atrás. Una vez que están preparadas para dar el paso, estas ideas les impiden estar relajadas. «Pese a tener más información, se siguen manteniendo los mismos mitos, como el caso de la ruptura del himen, que poco más creen que es cemento armado cuando en realidad es una tela como la del valo del paladar», ejemplifica la escritora. Los homosexuales lo pasan aún peor en su primera vez, puesto que aún muestran más inseguridad que las parejas heterosexuales. «En la mayoría de los casos tienen más miedo, ya que su primera vez con alguien del mismo sexo es una prueba de fuego para ratificar si realmente es esa su condición sexual», detalla la sexóloga Esther del Moral. Incluso si ya han tenido experiencias con el sexo opuesto, sus nervios siguen estando a flor de piel al no saber qué hacer y ser de nuevo novatos en estas lides.

Mejor no precipitarse

No en vano, una mala primera experiencia sexual puede producir traumas a corto y medio plazo. Esto ocurre sobre todo cuando no se tiene muy claro si dar el paso y se deja llevar por la otra persona. El consejo de los especialistas siempre es el mismo a la hora de plantearse perder la virginidad: no hay que precipitarse y meditar bien lo que se hace. En todos los casos, salvo cuando hay patologías por medio, como el caso del vaginismo en algunas mujeres, todo se arregla con la práctica.

Los expertos en la materia incluso comparan las relaciones sexuales con el deporte: cuanto más se entrena, mejor. «Las relaciones sexuales son para disfrutarlas, no para que salgan bien como los exámenes», explica Esther Porta. Y es que como dice el dicho popular: «Si todo el mundo repite, será por algo».

2 comentarios:

isaaa dijo...

mi chico ya lo a echo una vez con otra chica x esoo tengo miedoo xk a lo mejor no lo ago bien y fallo en algo,tambien tengo miedo al dolor y a k me salgaaa mucha sangre....mi chico a intentado acerlo pero le e parado x no estar seguro de kerer acerlo el me a dixoo k kuandoo yo este preparada k se lo diga para acerlo.dede ace algunos meses tengo molestias en la parte de afuera y a veces me sale un poko de sangre eso afectaria para acerlo?por favor contestar!!un saludo bss

rosa dijo...

mi novio y yo ya hemos tenido relaciones sexuales, pero hay veces q me lo penetra por atras y me sangra y tambien me toca aya abajo y tambien me sangra poquito. porq se debe si se supone q ya se me rompio el lymen?